“El gran hombre modifica como un
tigre… justo y recto”.
Comentario al hexagrama nº
49: Ko. La muda (La revolución).
I Ching, el libro de las
mutaciones. Trad. Richard Wilhelm.
Nieva
Mis cabellos entrecanos camuflan los copos que caen sobre mi cabeza. Un
día de Febrero como otro cualquiera. Fumando de camino a la jefatura y con el
calor del coñac todavía recorriendo mi esófago. Acabo de salir del café
español; aunque de español le quede poco, pero por lo menos le queda esa bebida
que es mi único lazo con mi padre. Bueno coñac no es, sino Brandy de Jerez, de
superior calidad; pero mi padre siguiendo la costumbre de su tierra siempre le
llamó coñac, con permiso de “La france”.
Me encanta el invierno en esta, mi ciudad, las calles vacías son un
respiro para mí. Podría nevar todo el año. Miro los copos y al inhalar el humo,
la punta del cigarrillo asemeja un copo encendido. ¿Nevará en el infierno?, si
es así los copos caerían como ínfimas teas encendidas, al igual que la ceniza
aún caliente de mi cigarrillo. Quién sabe, quizás algún día lo compruebe. Es
una pena ya casi no se encuentra la marca Garvey, por suerte quedan muchas
bodegas en la tierra de mi progenitor. No hay nada como quitarse el sopor
nocturno con el calor del sur.
Me pregunto qué querrá de mí el jefe de policía, el jodido Buzek. La
música de los tranvías, monótonamente relajante envuelve la calle. Me gusta
pasear en invierno, tan sólo en compañía del frio.
Al acercarme al edificio donde no suelo ir, nada más que por obligación,
tengo una extraña sensación en el estómago. En una de las zonas más modernas,
al oeste de Potsdamer Platz y cerca de Wilmersdorf, con avenidas estrechas y
edificios bajos. Por suerte la moda de los rascacielos se marchitó en aras de
la eficiencia energética. En el ambiente huele a puro, en este sector de la
ciudad están la mayoría de sus barrios.
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Buenos días Berlín, son las 7:30 de la mañana, de
un agradable día de invierno, la temperatura está rondando los cero grados y
una ligera nevada cae sobre la ciudad. Nada importante, el servicio de
meteorología confirma que cesará al atardecer y que, para variar, mañana lucirá
un sol radiante, aunque la temperatura bajará; que le vamos a hacer esto tiene
el invierno en nuestra ciudad…
Cambiando de tema esta tarde, a partir de las 3 se
debate en el consejo de la municipalidad, el controvertido plan presentado por
nuestro gerente, el Sr. Leo Conrad, sobre la Universidad Humanista del Bien
Común y la extensión a todas las escuelas públicas del sistema educativo
imperante en el barrio de los justos.
A pesar de que ha despertado fuerte rechazo en
algunos sectores, las encuestas instantáneas en la nube, muestran un amplio
apoyo, llegando a un 60% de los ciudadanos.
Precisamente tenemos aquí a nuestro analista
político, Sr. Brandt, ¿Cómo ve usted el tema?
Ante todo buenos días. Hay algo compañera que no se
resalta mucho cuando se habla del proyecto del gerente y es el nuevo distrito
residencial que se va a construir anexo al complejo universitario; como apoyo a
la Universidad y que se regirá por la economía de los justos. Todo el proyecto
implica urbanizar miles de hectáreas, y evidentemente yo no soy nadie para
contradecir a los científicos y los estudios pedagógicos que avalan la
educación justa. Pero mi pregunta es ¿De dónde saldrá el dinero para esa nueva
miniciudad? Porque el gerente sostiene que sin el complejo residencial la
Universidad es inviable…
¿Pagaran las casas los justos? ¿Con su dinero?
¿Cuál si no lo usan?...
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El detector de
metales suena estridentemente mientras una mecánica e impersonal voz femenina
no cesa de repetir: «La persona ha consumido en la última hora sustancias tóxicas
prohibidas en este lugar de trabajo y porta objetos prohibidos».
“Jodida
maquinita”, gruño.
El más joven de
los dos policías se levanta, “perdone… pero tendremos que revisarla”, su acento
y su piel oscura denotan su origen turco. Odio los eufemismos, el mocoso quiere
cachearme. A la vez que lo fulmino con la mirada le arrojo mi identificadora al
mostrador...
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